A pesar de que la espiral ha sido reemplazado en muchas ocasiones por otros recursos para sostener hojas (como las grapas o el pegamento), ha logrado mantenerse ‘vivo’ en la encuadernación industrial. Información de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señala que los cuadernos con espiral son los más comprados en México cada que inicia un año escolar, esto debido a su bajo costo y a la demanda por parte de las instituciones escolares.
Algunos datos sobre la encuadernación con espiral...
- Se desconoce una época exacta en la que inició la historia de la encuadernación. Se tienen registros de que en el siglo V se crearon los primeros ‘conjuntos de hojas de pergamino’ apiladas y atadas con lazos de cuero (mismo material del que se hacían las cubiertas).
- El encuadernado más antiguo es un Evangelio de San Cuthbert de Lindisfarne escrito en latín que data del siglo VII y que aún se preserva en un museo británico. Sus páginas son de papel vitela y miden apenas 14 x 9 centímetros.
- La época de la Segunda Revolución Industrial (aproximadamente de 1870 a 1940) fue la que vio nacer al proceso de encuadernación de espiral con las primeras máquinas de engargolado, las cuales perforaban las cubiertas con un patrón denominado 4:1, que consiste en hacer cuatro agujeros de seis milímetros por cada pulgada. Esta medida es la más común en la encuadernación de espiral.
- La espiral es el método de encuadernación más económico que existe, y además el más sencillo (tanto que nosotros podríamos hacer nuestros propios cuadernos reciclando hojas vacías). Según la Profeco, el precio más bajo en el que se ofrece un cuaderno con espiral en México es de $8.19 pesos.Evidentemente hay cuadernos con espiral de mayor precio, pero suben más que nada por el papel y la tinta utilizada en su producción.
- El espiral está hecho de diferentes materiales, colores y tamaños; además, puede ser manipulado con mucha facilidad, cosa que no es posible con recursos como las tiras de pegamento, los hilos o las grapas.
Ahora bien, la industria de la encuadernación (no sólo en espiral) ha entrado en una fase de ‘extinción’ prematura debido a la proliferación de aparatos tecnológicos como las tablets o las lap tops. En algunos países desarrollados, estos gadgets han sustituido completamente a los libros y cuadernos, siendo así un recurso estable para evitar el desperdicio de papel (y, desde luego, la tala de árboles).
En México el panorama es complicado, ya que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solamente el 32.2% de los hogares tiene una computadora. Esto indica que el avance tecnológico es muy lento y la plena sustitución de cuadernos es un proceso que llevaría muchos años. Por lo tanto, se seguirán talando más árboles y se seguirá haciendo un gasto enorme en papel, tinta y demás materiales.
Sea cual sea la situación, lo cierto es que todos hemos tenido un cuaderno con espiral en algún momento de nuestras vidas. Se trata de un invento que, como se mencionó, ha sobrevivido a las variantes de producción y que deberíamos cuidar y valorar por su sencillez, su bajo costo y su facilidad de manipulación.
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