Tapachula, Chiapas; 29 de mayo.- La Unidad Administrativa del Gobierno del Estado ubicada en Tapachula presenta severos daños en columnas, escaleras, paredes, techos y sistema eléctrico, al grado de que se teme que algunas partes de ese edificio, al sur de la ciudad, en cualquier momento podrían desplomarse.
Incluso, con las lluvias registradas en las últimas horas, los empleados tuvieron que colocar más de cien cubetas debido a las goteras, no solo en la explanada interna, sino también en las oficinas gubernamentales.
En algunos casos, hubo la necesidad de envolver en plástico los documentos importantes y guardarlos sobre tarimas.
El gigantesco domo que cubre la explanada interna se encuentra cristalizado por el sol y lluvias, y está a punto de colapsar.
Se considera que los perjuicios en la infraestructura, construida en 1991 -hace 22 años- por la empresa Herma, en el mandato gubernamental de Patrocinio González Garrido, es a consecuencia de los movimientos telúricos en el Estado, que tan solo del 2006 a la fecha, según el Servicio Sismológico Nacional, han sido más de 5 mil 300, cuatro de ellos considerados terremotos por los daños que ocasionaron y por haber superado los 6.5 grados en la escala de Richter.
Por las denuncias de los propios empleados de la infinidad de dependencias gubernamentales que hay ese edificio, Protección Civil Estatal dictaminó desde principios del año pasado que ese lugar era de alto riesgo, pero la administración que encabezó Juan Sabines Guerrero no destinó los recursos para su rehabilitación o la demolición del mismo.
Incluso los trabajadores estatales, así como cientos de personas que acuden diariamente para realizar trámites administrativos, siguen utilizando el inmueble.
A ese lugar acuden también miles de personas de la tercera edad a cobrar los apoyos que el Gobierno Estatal entrega a través del programa “Amanecer”.
Por su propia seguridad, los empleados han decidido cerrar varias partes de ese edificio, por los daños visibles que presenta y porque los falos plafones del techo e incluso algunas paredes, ya cayeron.
En otras, porque el cableado eléctrico presenta grandes problemas y se cree que utilizarlas podría generar un incendio de fatales consecuencias.
Es más, la escalera oculta de “emergencia” que pueden utilizar funcionarios de primer nivel para salir de sus oficinas directamente al estacionamiento presenta fracturas en los laterales, pivotes que la sostienen y gradas.
Por lo pronto se desconoce cuándo se determinará si ese edificio aún puede ser reparado o ser sustituido por uno nuevo, así como también, quién será responsable si ese lugar se desploma y causa víctimas mortales. juan manuel matali
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