Tapachula, Chiapas; 24 de abril.- La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en la Costa, Sierra y Frontera Sur de Chiapas rechazó éste día los cambios que Diputados federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pretenden hacer a la ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Y es que consideran que de aprobarse la iniciativa presentada por el diputado Sergio Torres Félix, podría impactar a los sectores productivos del país afectando tanto a los patrones como a los trabajadores.
Por ello, el presidente de la Coparmex Soconusco, Rafael Rojo Galnares, presentó a los medios de comunicación la postura de los empresarios chiapanecos, “sobre esa medida que busca resolver problemas muy complejos con resoluciones hechas desde un escritorio, al vapor, cargando la mano a los contribuyentes cautivos y sin el menor reparo por las implicaciones a la economía del país, la competitividad y las necesidades de los trabajadores”.
En el documento precisa que si las modificaciones propuestas a la Ley del IMSS se llevan a cabo, incentivaría la informalidad; “pues solamente 16 millones de los 45 que conforman la Población Económicamente Activa (PEA) de México están registrados en el Instituto, lo que representa únicamente la tercera parte de la mano de obra nacional”.
Apoyado por especialistas en la materia, consideró que también se perjudicaría a los trabajadores, y para ello puso como ejemplo que si una persona que gana un salario mínimo y prestaciones de ley, así como por reparto de utilidades, su cuota mensual al Instituto aumentaría 24 por ciento mientras que para el patrón subiría 10 por ciento.
De acuerdo a Rojo Galnares, en la iniciativa presentada por el Diputado priísta, las premisas que sostienen para esa reforma son totalmente equivocadas, “porque lejos de beneficiar el sistema de seguridad social, va a generar la pérdida de empleo, afectación a las empresas, perjuicio severo a los trabajadores y el incremento al costo país”.
Además, que la participación de utilidades de los trabajadores no se otorgaría en relación directa al esfuerzo personal, si no resultado del desarrollo de la productividad, y que eso va significar un cúmulo de litigios.
“El fin de las aportaciones de seguridad social no es sostener las finanzas del Instituto Mexicano del Seguro Social. Esta es una equivocación muy severa porque en todos los países, el órgano administrador de seguridad social es una entidad que responde con calidad, eficacia y competencia a estos servicios”, aclaró.
Fue claro al señalar que “sus finanzas se encuentran en seria crisis porque absorbe el gasto corriente de nómina y prestaciones contractuales, que son más del 54 por ciento del ingreso total que obtiene”.
Aunque subrayó que lo más grave de todo es que de los ingresos totales destina el 25 por ciento para las prestaciones de su contrato colectivo de trabajo y el régimen de jubilaciones y pensiones de sus trabajadores, que alcanza la cantidad de 120 mil millones de pesos anuales,
“Eso quiere decir que el Seguro Social, para dar prestaciones a 400 mil personas, eroga un 40 por ciento más de lo que el Gobierno Federal gasta en el Seguro Popular para otorgar salud a más de 8 millones de familias mexicanas”, insistió.
Detalló además que el incremento que se pretende es en promedio ocho por ciento del salario y que eso servirá a la institución para cubrir su prestación de premios de puntualidad y asistencia de sus trabajadores, ya que por cada 15 días de trabajo les pagan 20.
“Ese tipo de premios no se otorgan en ningún lugar del mundo, porque en todos los contratos las personas están comprometidas a desempeñar su trabajo, no porque se les otorguen bonos impresionantes sino porque les pagan un salario. Esa erogación injustificada significa el 33 por ciento quincenal a su ingreso tabulado”, abundó.
Luego comentó que “las causas del problema financiero del Instituto no son de recaudación, sino su elevado costo laboral, ya que 14 millones de trabajadores cotizantes mantienen a 389 mil empleados con prestaciones de súper lujo”.
Consideró también que si no ocurre nada extraordinario, el IMSS va a utilizar otros fondos de reserva para cumplir sus obligaciones y que al ritmo que va, agotará sus reservas en tres años.
“Si el Instituto no está en la quiebra, está muy cerca de ella. Si fuera un paciente, lo encontraríamos en terapia intensiva, lleno de tubos para garantizar que siga respirando y consumiendo las sustancias vitales que necesita para sobrevivir”, insistió.
Para apoyar la postura de sus agremiados, Rafael Rojo comentó que al cierre del 2012, los ingresos del mismo fueron 9 mil 900 millones de pesos menores que sus gastos de operación y que esa cifra es mayor que el presupuesto de los gobiernos estatales de Colima, Tlaxcala y Baja California Sur.
Por más alta que parezca, es pequeña comparada con las proyecciones, ya que llegará a superar los 73 mil millones en el 2025 y estará cerca de los 100 mil millones en el 2030.
“Pero, ¿para qué preocuparnos por lo que va a pasar dentro de 15 años, si el paciente está agonizando ahora? Al IMSS no le alcanzan sus ingresos ni cuenta con un modelo financiero viable. De hecho, ya empezó a disponer de sus reservas. El 27 de febrero, el Consejo Técnico del organismo autorizó el uso de 17 mil 250 millones para cubrir el gasto en nómina del régimen de pensiones y jubilaciones del 2013”, insistió.
Asimismo, que los compromisos con sus propios trabajadores son su mayor pasivo. El año pasado superó la cifra del billón y medio de pesos, más o menos 40 por ciento del presupuesto total de egresos de la Federación para el 2013.
La Reforma a la Ley del IMSS fue presentada el 19 de marzo y se teme que puede ser aprobada en cualquier momento. juan manuel matali
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