martes, 25 de junio de 2013





Tapachula,Chis: La planta procesadora de cacao que seria el detodante en la producción y la comercialización, se quedó en falsas esperanzas de progreso para los campesinos de este y de los municipios de Huehuetán, Mazatán, Huixtla y Villa Comaltitlán, que son los mayores abastecedores del grano. La planta se gestionó en los tiempos del gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, en su primer año de gobierno, por gestiones del entonces alcalde Hernán Álvarez Borralles, por petición de los productores que buscaban obtener valor agregado al cacao.
El costo del proyecto fue de 10 millones de pesos para la construcción de naves, adquisición de terreno y compra de maquinaria, aparte la SAGARPA otorgaría 30 millones de pesos para la comercialización de la pasta de cacao obtenido en la Planta Procesadora de Pasta de Cacao.
Aunque los que intentaron vender el proyecto, Secretaría del Campo (SECAM), dijeron en un principio que también se obtendría cocoa y licor de cacao, lo cierto es que para la obtención de esos productos se requería de otro tipo de maquinaria, más especializada y más cara que no hay en el país.
El proyecto tenía que surgir de una organización. En ese entonces estaba la Unión Local de Productores de Cacao, integrada por 10 organizaciones, de la cual formó parte Raúl López Guzmán. Como esa unión no tenía registro válido ni estaba inscrita en Hacienda, decidieron formar una SPR.
Los de la SECAM “convencieron” a los representantes de las organizaciones para que cedieran el proyecto y quienes no cedieron se les falsificó su firma. La de Raúl López Guzmán fue uno de esos casos.
¿Por qué en Tuzantán cuando peleaba la fábrica Tapachula? Se supo posteriormente que todo era por cuestiones políticas primero y de abastecimiento después. Tuzantán era gobierno perredista y Tapachula priísta. Tuzantán tiene el mayor número de socios, 3200, en comparación con Tapachula. Además ahí podrían llegar gente de Huehuetán, Mazatán, Huixtla y Villa Comaltitlán que son los mayores abastecedores del grano.
Para ubicar la planta era necesario un terreno. Y aquí vienen los “errores” y al mismo tiempo las ventajas. El alcalde Hernán Álvarez Borralles compra para la Asociación Local de Cacao de Tuzantán el terreno, pues era la única establecida, pero como ésta no puede comercializar y tampoco estaba bien conformada como tampoco dada de alta en Hacienda, decidieron formar otra organización.
Así nació la SPR Agroindustrias del Soconusco, en donde supuestamente estarían inscritos más de 5 mil socios. Solo que los de la SECAM del Estado en ese tiempo decidieron colocar al frente de esa organización a un tal Ezequiel Rodas, quien era el representante de los productores tuzantecos en la Unión Regional (un sujeto señalado como trácala y que en ese tiempo la propiedad de cacao no era suya sino de su mamá, pero él representaba ilegalmente ese predio y por lo tanto era representante de los tuzantecos).
Los productores de Tuzantán, conocedores que Ezequiel los traicionó en varias ocasiones y vendió parte de los equipos de la Asociación Local de Tuzantán, jamás de los jamaces quisieron entrar como socios de la empresa, pero además lo que se cobraba era muy caro, mil pesos por acción o derecho, sin que les dieran un recibo a cambio del depósito en el banco. Por eso, de los 15 municipios que se esperaba integraran la empresa, sólo 30 personas ingresaron, la mayoría de Escuintla, Acacoyagua y unos cuantos de Tuzantán.
Siguió el proyecto y unos amigos de Pablo Salazar Mendiguchía construyen la nave, dan dinero a Ezequiel para comprar dos molinos con capacidad de 400 kilos de molienda cada uno, una descascarilladora y un tostador. La maquinaria la compraron en Guadalajara, dieron el 50% de anticipo porque se suponía que los socios aportarían 2 millones para terminar de equipar la fábrica (mesas de trabajo, moldes, empaques, comercialización del cacao, etc.)
Pasa el tiempo, en el último año de su gobierno, Pablo otorga un préstamo a los socios de 500 mil pesos para que empezaran a comprar cacao. Y Ahí viene la debacle porque Ezequiel dio apenas 50 mil pesos a tres personas y el resto del dinero, dicen, se lo quedó, vinieron los enojos de los socios y todo se acabó.
Con la llegada de Juan Sabines Guerrero, a la organización SPR Cacaoteros de Tuzantán en una reunión efectuada en Tuxtla Gutiérrez, en las oficinas de SECAM, les ofrecieron hacerse cargo de la empresa, es decir se hicieran cargo del problema.
Los directivos de la SPR Cacaoteros de Tuzantán dijeron que no porque había ya una deuda de 600 mil pesos, más los 10 millones supuestamente invertidos en infraestructura, pago de creación del proyecto, viáticos y muchos gastos más sin justificar. Pero aparte, era el año 2008, fecha cuando ya estaba llegando la monilia, aunque el Gobierno local no aceptaba que esa enfermedad provocaría la crisis que se tiene actualmente.
Les hicieron el ofrecimiento de gestionarles 10 millones de pesos más, se pagaban 3 de los pasivos y quedaban 7 para echar andar la fábrica, por lo que no aceptaron porque se veía la crisis cerca y a los de la SECAM les molestó la postura de los directivos de la SPR Cacaoteros de Tuzantán, quienes argumentaron conocer esos terrenos, es decir la problemática del cacao y los actos de corrupción en el proyecto de la chocolatera. Es más, desde ese año los cacaoteros propusieron un programa integral para prevenir, combatir las enfermedades y mejorar la producción que todavía era de 400 kilogramos por hectárea. Con la monilia, en el 2009 llegaron a producir 10 kilogramos por hectárea.
El gobierno de Sabines Guerrero le dijo al entonces alcalde Didier Rojas González que actualice el proyecto, que costaba en ese entonces 100 mil pesos, según el despacho. Se hace y se espera que la SECAM quite el proyecto de la chocolatera a Ezequiel Rojas y forme una nueva sociedad con productores de varios municipios en donde los presidentes municipales aporten los 500 mil pesos para poder reunir el dinero que se requería para recuperar la maquinaria. Pero ninguno de los presidentes le entró y los socios menos.
Ezequiel Rodas jamás volvió aparecerse por Tuzantán. Ahora la deuda ya va por los 11 millones de pesos, que se podría reducir si el Gobierno del Estado quiere, parece ser que ya se les requirió a los socios el pago, pero los pobres apenas tienen para comer. La maquinaria dijeron los proveedores que la iban a vender y no devolvieron el anticipo.
Con Carlos Victorio, Salim y Ruiz Ferro intentaron en el 2010 echar andar la chocolatera nuevamente, pero pedían que los productores se ingresaran como socios ahora con 1500 pesos por acción y que la SECAM y Salim manejarían un préstamo de 14 millones que se iba a solicitar. Los productores se opusieron, pues lo que trataban era de volver a llevarse el dinero, eso motivó un gran enojo en Salim, pero no cayeron en sus garras.
Hoy al terreno ya le salió otro dueño y se niega a dar paso a la chocolatera, la bodega fue saqueada en su equipo eléctrico, el transformador parece que fue el mismo Ezequiel quien lo robó. Ahí pasta el ganado y la chocolatera sigue en el abandono.
Otro punto en contra son los comercializadores, especialmente Granos Selectos a cargo de Antonio Juan Puón, AHMSA e IMCO, quienes compran todo el cacao del Soconusco y son los que no ven con buenos ojos que se establezca la empresa, debido a que ellos obtienen hasta 10 pesos de ganancia por kilo comprado en Chiapas.
Como el cacao de acá estuvo a la baja han empezado a comprar grano proveniente de Centro y Sudamérica a 26 pesos el kilogramo, lo pasan como de Chiapas. Es de muy mala calidad, afectan el grano local y por si fuera poco, esa situación obliga a los productores locales a bajar el precio, toda vez que aquí piden 32 pesos kilo.
Actualmente solo quedan 10 mil hectáreas sembradas con cacao, de las más de 20 mil que eran, además la plaga afecta el 80 por ciento de la cosecha.
En el Soconusco hay seis mil productores del ramo, los cuales intentaron sembrar maderables, pero no funcionó el proyecto.
Sabines les dijo que sembraran frutales, pero nunca les entregó las plantas.
Mientras tanto, continúan en el abandono y la planta procesadora es un elefante blanco.corresponsal juan manuel matali.

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martes, 25 de junio de 2013

Otro elefante blanco y una farsa la fabrica de cacao en Tuzantán





Tapachula,Chis: La planta procesadora de cacao que seria el detodante en la producción y la comercialización, se quedó en falsas esperanzas de progreso para los campesinos de este y de los municipios de Huehuetán, Mazatán, Huixtla y Villa Comaltitlán, que son los mayores abastecedores del grano. La planta se gestionó en los tiempos del gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, en su primer año de gobierno, por gestiones del entonces alcalde Hernán Álvarez Borralles, por petición de los productores que buscaban obtener valor agregado al cacao.
El costo del proyecto fue de 10 millones de pesos para la construcción de naves, adquisición de terreno y compra de maquinaria, aparte la SAGARPA otorgaría 30 millones de pesos para la comercialización de la pasta de cacao obtenido en la Planta Procesadora de Pasta de Cacao.
Aunque los que intentaron vender el proyecto, Secretaría del Campo (SECAM), dijeron en un principio que también se obtendría cocoa y licor de cacao, lo cierto es que para la obtención de esos productos se requería de otro tipo de maquinaria, más especializada y más cara que no hay en el país.
El proyecto tenía que surgir de una organización. En ese entonces estaba la Unión Local de Productores de Cacao, integrada por 10 organizaciones, de la cual formó parte Raúl López Guzmán. Como esa unión no tenía registro válido ni estaba inscrita en Hacienda, decidieron formar una SPR.
Los de la SECAM “convencieron” a los representantes de las organizaciones para que cedieran el proyecto y quienes no cedieron se les falsificó su firma. La de Raúl López Guzmán fue uno de esos casos.
¿Por qué en Tuzantán cuando peleaba la fábrica Tapachula? Se supo posteriormente que todo era por cuestiones políticas primero y de abastecimiento después. Tuzantán era gobierno perredista y Tapachula priísta. Tuzantán tiene el mayor número de socios, 3200, en comparación con Tapachula. Además ahí podrían llegar gente de Huehuetán, Mazatán, Huixtla y Villa Comaltitlán que son los mayores abastecedores del grano.
Para ubicar la planta era necesario un terreno. Y aquí vienen los “errores” y al mismo tiempo las ventajas. El alcalde Hernán Álvarez Borralles compra para la Asociación Local de Cacao de Tuzantán el terreno, pues era la única establecida, pero como ésta no puede comercializar y tampoco estaba bien conformada como tampoco dada de alta en Hacienda, decidieron formar otra organización.
Así nació la SPR Agroindustrias del Soconusco, en donde supuestamente estarían inscritos más de 5 mil socios. Solo que los de la SECAM del Estado en ese tiempo decidieron colocar al frente de esa organización a un tal Ezequiel Rodas, quien era el representante de los productores tuzantecos en la Unión Regional (un sujeto señalado como trácala y que en ese tiempo la propiedad de cacao no era suya sino de su mamá, pero él representaba ilegalmente ese predio y por lo tanto era representante de los tuzantecos).
Los productores de Tuzantán, conocedores que Ezequiel los traicionó en varias ocasiones y vendió parte de los equipos de la Asociación Local de Tuzantán, jamás de los jamaces quisieron entrar como socios de la empresa, pero además lo que se cobraba era muy caro, mil pesos por acción o derecho, sin que les dieran un recibo a cambio del depósito en el banco. Por eso, de los 15 municipios que se esperaba integraran la empresa, sólo 30 personas ingresaron, la mayoría de Escuintla, Acacoyagua y unos cuantos de Tuzantán.
Siguió el proyecto y unos amigos de Pablo Salazar Mendiguchía construyen la nave, dan dinero a Ezequiel para comprar dos molinos con capacidad de 400 kilos de molienda cada uno, una descascarilladora y un tostador. La maquinaria la compraron en Guadalajara, dieron el 50% de anticipo porque se suponía que los socios aportarían 2 millones para terminar de equipar la fábrica (mesas de trabajo, moldes, empaques, comercialización del cacao, etc.)
Pasa el tiempo, en el último año de su gobierno, Pablo otorga un préstamo a los socios de 500 mil pesos para que empezaran a comprar cacao. Y Ahí viene la debacle porque Ezequiel dio apenas 50 mil pesos a tres personas y el resto del dinero, dicen, se lo quedó, vinieron los enojos de los socios y todo se acabó.
Con la llegada de Juan Sabines Guerrero, a la organización SPR Cacaoteros de Tuzantán en una reunión efectuada en Tuxtla Gutiérrez, en las oficinas de SECAM, les ofrecieron hacerse cargo de la empresa, es decir se hicieran cargo del problema.
Los directivos de la SPR Cacaoteros de Tuzantán dijeron que no porque había ya una deuda de 600 mil pesos, más los 10 millones supuestamente invertidos en infraestructura, pago de creación del proyecto, viáticos y muchos gastos más sin justificar. Pero aparte, era el año 2008, fecha cuando ya estaba llegando la monilia, aunque el Gobierno local no aceptaba que esa enfermedad provocaría la crisis que se tiene actualmente.
Les hicieron el ofrecimiento de gestionarles 10 millones de pesos más, se pagaban 3 de los pasivos y quedaban 7 para echar andar la fábrica, por lo que no aceptaron porque se veía la crisis cerca y a los de la SECAM les molestó la postura de los directivos de la SPR Cacaoteros de Tuzantán, quienes argumentaron conocer esos terrenos, es decir la problemática del cacao y los actos de corrupción en el proyecto de la chocolatera. Es más, desde ese año los cacaoteros propusieron un programa integral para prevenir, combatir las enfermedades y mejorar la producción que todavía era de 400 kilogramos por hectárea. Con la monilia, en el 2009 llegaron a producir 10 kilogramos por hectárea.
El gobierno de Sabines Guerrero le dijo al entonces alcalde Didier Rojas González que actualice el proyecto, que costaba en ese entonces 100 mil pesos, según el despacho. Se hace y se espera que la SECAM quite el proyecto de la chocolatera a Ezequiel Rojas y forme una nueva sociedad con productores de varios municipios en donde los presidentes municipales aporten los 500 mil pesos para poder reunir el dinero que se requería para recuperar la maquinaria. Pero ninguno de los presidentes le entró y los socios menos.
Ezequiel Rodas jamás volvió aparecerse por Tuzantán. Ahora la deuda ya va por los 11 millones de pesos, que se podría reducir si el Gobierno del Estado quiere, parece ser que ya se les requirió a los socios el pago, pero los pobres apenas tienen para comer. La maquinaria dijeron los proveedores que la iban a vender y no devolvieron el anticipo.
Con Carlos Victorio, Salim y Ruiz Ferro intentaron en el 2010 echar andar la chocolatera nuevamente, pero pedían que los productores se ingresaran como socios ahora con 1500 pesos por acción y que la SECAM y Salim manejarían un préstamo de 14 millones que se iba a solicitar. Los productores se opusieron, pues lo que trataban era de volver a llevarse el dinero, eso motivó un gran enojo en Salim, pero no cayeron en sus garras.
Hoy al terreno ya le salió otro dueño y se niega a dar paso a la chocolatera, la bodega fue saqueada en su equipo eléctrico, el transformador parece que fue el mismo Ezequiel quien lo robó. Ahí pasta el ganado y la chocolatera sigue en el abandono.
Otro punto en contra son los comercializadores, especialmente Granos Selectos a cargo de Antonio Juan Puón, AHMSA e IMCO, quienes compran todo el cacao del Soconusco y son los que no ven con buenos ojos que se establezca la empresa, debido a que ellos obtienen hasta 10 pesos de ganancia por kilo comprado en Chiapas.
Como el cacao de acá estuvo a la baja han empezado a comprar grano proveniente de Centro y Sudamérica a 26 pesos el kilogramo, lo pasan como de Chiapas. Es de muy mala calidad, afectan el grano local y por si fuera poco, esa situación obliga a los productores locales a bajar el precio, toda vez que aquí piden 32 pesos kilo.
Actualmente solo quedan 10 mil hectáreas sembradas con cacao, de las más de 20 mil que eran, además la plaga afecta el 80 por ciento de la cosecha.
En el Soconusco hay seis mil productores del ramo, los cuales intentaron sembrar maderables, pero no funcionó el proyecto.
Sabines les dijo que sembraran frutales, pero nunca les entregó las plantas.
Mientras tanto, continúan en el abandono y la planta procesadora es un elefante blanco.corresponsal juan manuel matali.

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